Cloudflare anunció hace unos días la disponibilidad para todo el mundo del DNS 1.1.1.1, un servicio alternativo y gratuito de DNS que proporcionan habitualmente las operadoras y proveedores de acceso a Internet.
Una de las principales ventajas del 1.1.1.1 es la velocidad, puesto que la empresa tiene desplegada una infraestructura importante para mover tráfico por Internet para empresas de todo tipo.
Por otro lado –y no menos importante– está la cuestión de la privacidad: los ISP o proveedores de acceso a Internet son quienes suelen decidir qué DNS utiliza el usuario final, pero como los gestionan ellos mismos también pueden decidir guardar la información sobre los sitios que visitan —aunque la información viaje encriptada– dado que cualquier sesión de navegación por la red implica utilizar el DNS. Esa información luego se puede utilizar para segmentación publicitaria, además de que los ISP también pueden censurarzonas de Internet simplemente eliminándolas del DNS. El compromiso de Cloudflare es borrar los logs de utilización del DNS a las 24 horas. (Naturalmente, hay que hacer un acto de fe y creer en su compromiso.)
Esta iniciativa es muy similar al DNS 8.8.8.8 de Google, que sigue existiendo y dando buen servicio. Cuál es más rápido es cuestión de milisegundos. Según las pruebas de DNSPerf Cloudflare resulta muy bien parado con un tiempo de respuesta de unos 13 ms (globalmente).
Quienes quieran probarlo sólo tienen que abrir en su sistema operativo las preferencias de Red y añadir 1.1.1.1 como DNS principal (el secundario es 1.0.0.1 y se pueden añadir más). Lo más probable es que no se note apenas diferencia, pero a veces raspar unos milisegundos no viene mal.